El pico nunca llegó, pero el colapso sanitario sí
Definitivamente Paraguay fue sorprendido por la pandemia del COVID-19. En los últimos meses, a pesar de que las restricciones fueron levantándose “gradualmente” hasta llegar a la fase 4 de la “Cuarentena Inteligente”, el avance dio paso a la poca preocupación de la sociedad y a la proliferación masiva de la enfermedad.
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Hasta ahora más de 650 víctimas se ha cobrado el COVID-19, en el país hay casi 15.000 casos activos y 18.117 individuos recuperados con alta médica. De las personas confirmados con el virus pandémico, un 7 por ciento son parte del personal de blanco, es decir, más de 1.000 funcionarios de la salud se encuentran contagiados.
Las camas de Terapia Intensiva del sector público se encuentran abarrotadas, por lo que hay pacientes que están internados en sanatorios privados. Asimismo, existe una “suerte” de alianza entre el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) y el Instituto de Previsión Social (IPS) para que las personas que necesiten una cama en cuidados especiales, puedan ser transferidos a la previsional sin tener seguro.
En tan solo 8 días 140 personas fallecieron por el terrible virus pandémico y los números en lugar de descender está en aumento.
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A pesar que existe un contagio de manera lineal. Asunción, Central Caaguazú y Concepción se encuentran en “Cuarentena Social”, una excepción dentro de la fase 3 de la “Cuarentena Inteligente” así como Alto Paraná, que desde hace más de un mes se mantiene en una “Cuarentena Diferenciada”. El ministro de Salud Julio Mazzoleni, ha advertido que otras regiones del país podrían retroceder en la fase en la que se encuentran, ya que los contagios se han dado de manera masiva.