¡Sin-Vergueza! Este no fue un año perdido dice Petta
En verdad la población paraguaya tiene mucho que exigir al Estado paraguayo, luego de la crisis que ocasionó el COVID-19 en el país. Esta enfermedad vino para dejar en claro, que este gobierno, ni los anteriores, prestaron atención a la Salud, el Trabajo y mucho menos a la Educación, y este último es uno de los sectores más afectados, ya que por los aislamientos no se logró llegar a toda la población estudiantil, lo que de debería catalogarse como uno de los grandes fracasos del país.
Más allá de la pandemia el sector educativo se caía a pedazos y ningún ministro fue capaz de al menos recomponerlo un poco. Por su parte, el Ministro de Educación, Eduardo Petta San Martín, “El 2020 fue un año de desafíos para la educación paraguaya, pero no perdido, y eso fue gracias al esfuerzo de mucha gente”.
Al mismo tiempo destacó la gran labor desplegada durante la pandemia del COVID-19, para la realización de la estrategia de “Tu Escuela en Casa”, con emisiones a través de los medios de comunicación, que implicó el acompañamiento de canales de televisión, canales de cable, radioemisoras y radio comunitarias, donde los docentes impartían clases que fueron seguidas por los alumnos desde lugares muy distantes, pero no hablo del subsistema que las instituciones públicas y privadas utilizaban, enviando tareas por whatsapp, y realizado clases virtuales por una app muy básica como lo es ZOOM.
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Del mismo modo, el olvido selectivo del ministro, hizo que no recordará que existen lugares en donde ni siquiera llegan los canales locales y mucho menos existe un acceso a internet, ya que la mayor parte de las empresas que realizan estas conexiones creen que Paraguay culmina en Calle Ultima, y recién existe una conexión en los lugares turísticos, pero solamente en aquellos espacios en donde hay más habitantes, porque los niños que viven de bajo de los cerros, al parecer no son importantes.
Petta debe comprender que ser ministro de Educación, más allá de ser un cargo de confianza, es un puesto trascendental, en donde se juega el futuro de los niños, niñas y jóvenes del país. La mayoría de los padres y alumnos coinciden en la idea de que este 2020 no debería correr como un año electivo en la educación, ya que la mayoría de los estudiantes no han aprendido nada y se han enfocado a entregar tareas. Todo esto sin tener en cuenta a aquellos estudiantes que se esforzaron al máximo para lograr tener una buena calificación, pero por los pocos recursos, el inexistente acceso a internet (que es un bien básico actualmente), o la “desgracia” de vivir en el interior del país, hizo que muchos de los jóvenes que ponen todos sus esfuerzos para salir adelante y apostar por un mejor futuro, queden suspendidos en el espacio, por la inoperancia de un ministerio que nunca se preocupó por las escuelas mangoguy, por los pupitres destrozados y por sobre todo, por la formación de sus maestros.
En otras palabras, este no fue un año para la educación en el mundo y mucho menos para la educación de nuestro país.