El incremento de casos de COVID-19 en los planteles de la Primera División llevó a la APF a realizar este sábado una reunión de urgencia con los presidentes de los clubes.
Tras dicha reunión, se tomó la decisión de que el control de los testeos de los futbolistas vuelva a manos de la entidad matriz de nuestro fútbol y ya no este a cargo de los clubes, a fin de dar mayor cumplimiento al protocolo sanitario.
“Esta decisión fue tomada con el convencimiento de la necesidad perentoria de asegurar la finalización en tiempo y forma de la competencia deportiva en curso, ante las últimas situaciones surgidas y ante el panorama sanitario a nivel nacional”, explica parte del comunicado.
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El documento además aclara que ningún partido podrá ser postergado debido a contagios de COVID-19 en los planteles de Primera División, la APF desea asegurar así la finalización del torneo Apertura para el 30 de mayo.