Mientras Brasil es el segundo país con mayor cantidad de casos y muertes por COVID-19. Más de 1.300.000 y alrededor de 57.000 respectivamente; el futbol regreso a pesar de los pesares.
El 18 de junio pasado había vuelto el torneo estadual de Río de Janeiro, con dos partidos. Pero a los dos días se volvió a suspender para ajustar los protocolos sanitarios.
La acción regresó este domingo con el Botafogo contra Cabofriense. Pero los futbolistas del "Fogao" no compartieron la decisión, por eso entraron con una bandera que rezaba "el buen protocolo es el que respeta las vidas", en contra de la Federación de Fútbol de Río de Janeiro.
Esto en un contexto en el que una semana atras, el propio Botafogo anunció que tenía cinco casos positivos dentro de su plantel, seis en la comisión técnica y otros seis entre familiares.
Además, le prohibieron dirigir al DT del Botafogo, Paulo Autuori, que por 63 años de edad, no pudo estar en el estadio Nílton Santos por pertenecer a la zona de riesgo.
La victoria de 6-2 de "Fogao", que no contó en sus filas con el paraguayo Roberto Junior Fernández, quedó en segundo plano.