La llegada de Novak Djokovic a Melbourne para disputar el Open de Australia 2022 causó un gran revuelo y conflicto diplomático entre el país oceánico y Serbia. El tenista viajó sin desvelar si había recibido la vacunación correspondiente contra el COVID.
La situación se salió de control por las estrictas normas sanitarias impuestas en Australia para combatir la pandemia, al saberse que un posible anti-vacuna ingresaría al país se iniciaron las críticas y reacciones violentas hacia el deportista, que había posteado una foto en el avión antes de arribar a Melbourne.
Las autoridades decidieron mandarlo en un hotel de refugiados mientras se resuelve el conflicto de deportarlo o permitirle jugar el primer Grand Slam del año. Por su parte, Djokovic apeló a su expulsión del país y el abogado del Estado Christopher Tran aseguró que Australia no prevé proceder a dicha deportación antes de realizarse una esa audiencia, prevista para el lunes. A las afueras del Park Hotel de Melbourne se aglomeró un núcleo de gente que apoya a Nole y partidarios de la no vacunación.
El tenista primeramente había tramitado la exención que le permitía jugar el Abierto de Australia sin estar vacunado, pero tuvo problemas con su visado por el cual no pudo pisar el territorio del país oceánico. El gobierno del estado de Victoria informó que había rechazado una solicitud para patrocinar su visa, horas antes de que aterrizara en Melbourne alrededor de las 23.30 del miércoles.