Enfrentamiento entre campeones del viejo continente. De una lado, el Bayern Munich alemán que llegaba como ganador de la Champions League, del otro lado el Sevilla español, ganador de la Europa League.
Ambas escuadras se citaron para pugnar por la Supercopa de la UEFA en Budapest, Hungría.
Fueron los teutones los que a final de cuenta levantaron el trofeo luego de un emocionante partido que encontró su definición recién en el tiempo suplementario.
El partido inició favorable para los españoles, que a los 12 minutos se adelantaban en el marcador gracias a un penal de David Alaba sobre Ivan Rakitic. El argentino Lucas Ocampos certificó el 1-0 en el marcador.
Pasada la media hora de partido, el Bayern encontró el empate mediante un centro al área que bajó Robert Lewandowski para la arremetida de León Goretzka, que con un derechazo puso el 1-1.
Hablando del goleador polaco, Lewandowski puso en ventaja al Bayern sobre 51 minutos de partido, pero el VAR se encargó de ahogar el festejo debido a un offside del delantero.
Otro que marcó para los bávaros fue Leroy Sané, pero una falta previa del mismo Lewandowski volvió a anular el tanto de la ventaja, todo seguía 1-1 sobre 62 minutos.
Luego de alguna ocasión de peligro para el Sevilla bien solventada por el arquero Manuel Neuer, el partido llegó a su final en el tiempo normal, todo se definiría en el suplementario.
Y el tanto de la victoria llegó a los 104 minutos de juego, Alaba remató de zurda y la potencia del tiro venció las manos del arquero Bono, que cedió el rebote justo a la cabeza de Javier Martínez y el español anotaba así el tanto que por fin era válido en el marcador para el 2-1.
Bayern Munich obtuvo así la segunda Supercopa de la UEFA en su historia, luego de la obtención en el año 2013. Con ello logran su cuarto título en el año 2020, antes ganaron al Bundesliga, la Copa de Alemania y la mencionada Champions League.
Les queda por pelear la Supercopa de Alemania y la Copa Mundial de Clubes en esta temporada.
La UEFA, debido a los protocolos sanitarios por la pandemia de COVID-19, permitió el acceso de solo el 30% del aforo total en el estadio Puskas Arena, lo que suponía la asistencia máxima de unas veinte mil personas, aunque finalmente estuvieron unos dieciséis mil hinchas, entre ellos unos 500 seguidores del Sevilla y el doble del Bayern Munich.