Este martes se desarrolló el acto de conmemoración del cese de hostilidades, hace 87 años, de la Guerra del Chaco, que tuvo lugar en Villamontes, con presencia de los jefes de Estados, Mario Abdo Benítez y Luis Alberto Arce.
El presidente de Bolivia recordó que las relaciones diplomáticas entre ambos países datan desde 1.879 y se han desarrollado positivamente en el marco de la amistad, el entendimiento y la cooperación mutua entre ambas naciones.
Bolivia y Paraguay reafirman los sentimientos de hermandad y solidaridad a través de acciones cada vez más concretas, afianzando su soberanía y el derecho a la autodeterminación de los pueblos, mencionó Arce. “Hoy los pueblos y gobiernos de nuestros continentes son cada vez más conscientes de la necesidad de actuar unidos, por encima de las diferencias circunstanciales, sin exclusiones de ningún tipo; pues nadie tiene derecho a sacar del escenario americano a nadie”.
En tanto Mario Abdo llamó a impulsar un itinerario común donde se pueda desarrollar de manera complementaria el potencial y las oportunidades que tienen los paraguayos y bolivianos.
El mandatario resaltó su compromiso con el Chaco paraguayo para que se convierta en un terreno que propicie el desarrollo de ambos pueblos. Sobre el punto, destacó las obras históricas que se impulsan en esa zona del país para convertirla en un polo de crecimiento y de ese modo, rendir un justo homenaje a los que dieron su vida en defensa de la patria.
En otra parte de su discurso, el presidente abogó por políticas agrarias comunes y en ese contexto, comentó que el Chaco paraguayo encara un gran trabajo en la explotación ganadera y que en la actualidad, le permite ser el noveno mayor exportador de carne en el mundo.
“Queremos trabajar para fortalecer nuestros programas de cooperación, por mucho tiempo nos hemos dado la espalda entre paraguayos y bolivianos, estoy convencido de que este el momento de trazar un destino común y de caminar juntos para fortalecer la región y el hemisferio”, indicó.