El aumento podría ser de hasta un 200% en caso que persistan los cambios climáticos, los más afectados con esto son los alérgicos. Un reciente estudio anticipa que habrá un aumento significativo del polen por dos meses más que lo habitual. La investigación fue hecha por profesionales de la Universidad de Michigan, EEUU.
De acuerdo a los datos, el aumento de las temperaturas globales impulsará el crecimiento de las plantas en muchas áreas y eso, a su vez, beneficiará la producción de polen. Pero al parecer, esto es solo una parte del problema ya que otro factor que impulsa el aumento del grano son las emisiones de dióxido de carbono.
De no lograr parar los cambios climáticos, en el futuro, los niveles de dióxido de carbono pueden tener un impacto mucho mayor en los aumentos de polen que la temperatura
Por lo general, la polinización comienza con árboles frondosos de hoja caduca a fines del invierno y la primavera. En EEUU, el aliso, el abedul y el roble son los tres principales árboles de hoja caduca que causan alergias, aunque hay otros, como la morera. Luego salen los pastos en el verano, seguidos por la ambrosía a fines de esa temporada, según explicaron en Infobae.
“Descubrimos que en el noreste, las temporadas de polen para muchos árboles alergénicos se superpondrán cada vez más a medida que aumenten las temperaturas y las emisiones de dióxido de carbono. Por ejemplo, antes los robles liberaban polen primero y luego los abedules polinizaban. Ahora vemos más superposición de sus temporadas de polen”, mencionó uno de los investigadores.
Otro dato interesante de la investigación es que se podría brindar información concreta de espacio y tiempo, de modo que las personas que padecen alergias sepan lo que sucede en su área.
Los estudiosos de este documento consideran que es posible estimar dónde están los árboles a partir de datos satelitales y estudios sobre el terreno. También saben cómo influye la temperatura cuando sale el polen, lo que llaman la fenología del polen. Con esa información, pueden usar factores meteorológicos como el viento, la humedad relativa y la precipitación para determinar cuánto polen llega al aire, y los modelos atmosféricos pueden mostrar cómo se mueve y sopla, para crear un pronóstico en tiempo real.
Sin embargo, todavía hay algunas incógnitas en lo que respecta a las proyecciones de polen a largo plazo. Por ejemplo, los científicos no entienden completamente por qué las plantas producen más polen en algunos años que en otros.
Tampoco se descarta que la situación se extienda a otros sitios del mundo, ya que las crisis climaticas afectan a toda la humnidad y apeligran su existencia.