Es la primera vez que la justicia vaticana encausa a un miembro del colegio cardenalicio por un caso de presunta malversación de bienes de la Iglesia Católica, incluyendo innumerables donaciones de los fieles.
El escandalo salpicó al italiano Angelo Becciu, veterano diplomático a quien el papa Francisco había nombrado como cardenal en 2018. La investigación se hizo durante dos años y el año pasado el Papa cesó a Becciu como jefe de la oficina de canonización, sin esperar el veredicto del tribunal, despojó a Becciu de sus derechos.
El Vaticano tiene su propio sistema judicial e incluso una cárcel. El Papa Francisco enmendó una ley vaticana para que los cardenales y obispos puedan ser juzgados por el tribunal de la Santa Sede, por lo que hoy se dio inicio al juicio de diez personas, entre ellos una mujer y varios exfuncionarios de la sede religiosa, presuntamente están involucrados en hechos de corrupción.
Según las acusaciones se utilizaron fondos destinados a la caridad, para opacas inversiones, como la compra de un lujoso edificio de 17.000 metros cuadrados en el distrito londinense de Chelsea en el año 2015. La Fiscalía vaticana dirigida por Gian Piero Milano considera que la supuesta trama realizó una gestión paralela de las finanzas del Vaticano durante una década y atribuye a los procesados una decena de delitos como estafa, blanqueo de capitales, malversación de fondos, corrupción, extorsión, y fraude que han revelado la existencia de una especie de ‘Vaticano paralelo’.
Los fiscales presentaron un acta de acusación de casi 500 páginas a principios de julio y posteriormente unas 30.000 páginas de documentación complementaria, a lo que los abogados defensores dijeron que no han tenido tiempo suficiente para estudiar el material.
El presidente del tribunal es Giuseppe Pignatone, fiscal romano retirado que en etapas anteriores de su carrera enfrentó a la Mafia y delitos económicos en Sicilia. El juicio es considerado uno de los más importantes en la historia del Vaticano, ya que también tiene la sombra de los tradicionales juegos de poder de la Santa Sede.