En la cúspide de este llamado eclipse anular, la Luna se desplazará lentamente delante del Sol, para transformarlo durante unos minutos en un delgado anillo luminoso, podrá verse en buena parte del hemisferio Norte.
Un espectáculo reservado para los pocos habitantes de las latitudes más altas, que se encuentran justo en el eje: noroeste de Canadá, extremo norte de Rusia, noroeste de Groenlandia y Polo Norte, donde la ocultación del disco solar será de 87,8%, según precisó el Observatorio de París-PSL.
El eclipse anular también será visible, pero sólo parcialmente, en el noroeste de América del Norte, gran parte de Europa, incluido España, Francia y Reino Unido, así como parte del norte de Asia. Los entusiastas de la astronomía podrán observar una fracción del Sol oscurecida por el disco negro de la Luna, al 20% en Londres, al 13,2% en París y al 4,8% en Madrid.
Los expertos recomiendan no mirar directamente a la estrella, ni siquiera con gafas de sol o a través de una nube por las quemaduras de retina pueden ser irreversibles. Recomiendan contemplar el fenómeno de forma indirecta, mediante proyección en el suelo, utilizando un trozo de cartón con agujeros o una espumadera.