A casi cindo décadas después, el precedente legal que garantiza el acceso al aborto en Estados Unidos, tras la famosa sentencia en el caso "Roe contra Wade" de 1973, podría ser revocada a nivel federal.
La semana pasada se filtró un proyecto de decisión que indicaba que la mayoría del tribunal Supremo del país votaría a favor de una prohibición nacional del aborto, a fin de revertir la protección jurídica a este derecho otorgado a las mujeres desde 1973.
Claramente, los legisladores republicanos han centrado su ira en la rara filtración del proyecto de opinión, calificándolo de un intento descarado de presionar a los jueces para que cambien el fallo. Así también, durante mucho tiempo se han centrado en el tribunal, instalando magistrados conservadores con la intención de revisar la lesgilación sobre el aborto y otros temas sociales.
“La elección no debe depender de un puñado de jueces de derecha. La elección no debe depender de un puñado de políticos de derecha. Es un derecho de la mujer", dijo por su parte el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
De acuerdo a las últimas encuestas, cerca de un tercio de los estadounidenses están en contra de revocar la protección del embarazo interrumpido porque afectaría principalmente a las mujeres de ingresos económicos bajos y a las de color, ya que son ellas las que más requieren este procedimiento.
El borrador inicial publicado por el diario Politico, en una filtración de información, indica que una mayoría conservadora del Supremo considera que merece ser tumbado el precedente que otorgó la sentencia de 1973. Pese a que este miércoles el Senado deberá votar por una moción, el fallo definitivo sería recien a finales de junio o
principios de julio, pero sin duda alguna, en caso de aprobarse la prohibición del aborto, se desataría una tormenta política y social en los EE.UU.