Lo primero que uno piensa al mencionar al continente africano es en la pobreza, lo que no es menos cierto, ya que el territorio se caracteriza por sus estructuras edicilias que muestran la forma abarrotada en que viven las personas en diversas ciudades de la región, donde la higiene no es una premisa, así como la práctica el distanciamiento social es imposible, ya que las familias son numerosas y suelen compartir una sola habitación.
El COVID-19 llegó al continente y de manera fuerte, pero rápidamente, lograron hacerle frente. Los casos se mantienen en niveles relativamente bajos en casi todo la región y a medida que el número de infectados defiende en Sudáfrica, el país más afectado, los expertos sugieren que estos números han llegado a equilibrarse, ¿gracias a la pobreza?
La sociedad científica ha manifestado su preocupación por la llegada del virus pandémico al continente, ya que las medidas sanitarias son extremadamente precarias en casi toda la región, pero tras la llegada de la enfermedad, los controles fueron realizados con los pocos recursos que tenían y lo sorprendente es que el virus bajó en su proliferación, así como las cargas virales en cada individuo que presentaba el mal.
Según el reconocido virólogo sudafricano Shabir Madhi, se vaticinaban tiempos sumamente catastróficos para todo el continente, hasta llegaron a pensar que un colapso total, teniendo en cuenta que las predicciones más optimistas era el de centenares de muertos en los hospitales.
La mayoría de los países africanos no tienen picos de contagios. “No entiendo por qué. Estoy perdido: "Es un enigma. Completamente increíble", refiere el virólogo Madhi.
Los expertos siguen evaluando la situación de África, ya que normalmente la mayoría de las enfermedades pandémicas tienen su nacimiento en esos sectores, pero mientras se realicen los estudios de control, sugieren que tampoco exista una abundancia de viajes al continente, lo que podría generar una verdadera catástrofe. Si bien, los factores reales de la poca propagación de virus no necesariamente es la pobreza, los científicos mantienen su mirada en el comportamiento de la región que, a comparación de los demás lugares del mundo, no ha sufrido miles de muertes, al menos por el COVID-19.