Los ejemplares Major de 3 años y Champ de 13 años, fueron llevados a la residencia de la familia Biden en Delaware, luego que el menor de los perros mostró un comportamiento agresivo en la Casa Blanca, algunos describieron lo ocurrido como un "incidente con una mordedura".
El episodio se consideró lo suficientemente grave como para que los canes abandonen la casa presidencial. La información no precisa si los perros volverían en algún momento a Washington, tampoco se mencionó el estado de la persona afectada.
"Tienen que coger el ascensor, al que no están acostumbrados, y tienen que salir al césped sur entre mucha gente”, había expresado preocupada Jill Biden, la primera dama.
Champ fue un regalo de Joe Biden a su mujer, lo compró cuando era un cachorro. Años después llegó Major tras ser adoptado por la pareja en un refugio de animales de Delaware.