El reporte de la OMS de los últimos días alerta sobre varios casos de hepatitis infantil de origen desconocido, los mismos fueron reportados en todo el mundo e incluso ya se registró un muerto.
En la noche de ayer, el Ministerio de Salud de Argentina confirmó el primer caso de hepatitis aguda grave en el país, se trata de un pequeño de 8 años que se encuentra internado en el Hospital de Niños de zona norte de la ciudad de Rosario.
Este tipo de patología fue advertida por primera vez el pasado 5 de abril por el Reino Unido en niños menores de diez años y sin dolencias previas. Desde entonces se han localizado casos similares en España, Bélgica, Dinamarca, Italia, Estados Unidos e Indonesia, entre otros. Actualmente, la enfermedad se registra en 230 países del mundo, correspondiendo la mayoría de los casos a la región europea, pero también se han detectado en la América, el Pacífico Occidental y Sudeste Asiático.
La edad de los pacientes varía entre nacidos de un mes y adolescentes de 16 años, que en su mayoría no presentan fiebre o virus asociados a los distintos tipos de hepatitis conocidas (A, B, C, D y E).
Los síntomas pueden presentarse de la siguiente manera: dolores abdominales, diarrea o vómitos, orina oscura, heces de color gris, coloración amarillenta de la piel y los ojos (llamada ictericia), además de temperatura alta.
Por el momento, se realizan investigaciones para determinar el agente causal de lo que podría ser esta nueva enfermedad. Mientras tanto, y atendiendo que el adenovirus tiene transmisión respiratoria y fecal, se recomienda a los responsables de los menores, tener las mismas prácticas higiénicas para evitar el contagio de coronavirus.
Lavado frecuente de manos, evitar contacto con personas enfermas, cubrirse al toser o estornudar y evitar tocarse boca, nariz y ojos. Así también controlar y completar esquemas de vacunación para la edad, son algunas de las recomendaciones y ante la presencia de síntomas compatibles con los de la hepatitis consultar rápidamente al médico.