Más de una decena de países reportaron casos de lo que serían viruela de mono, pero hasta el momento se desconoce la magnitud real del contagio. Dicho virus por lo general se limitaba a las regiones de África occidental y central, pero ahora estamos en una situación nueva que sorprende y genera preocupación.
La hipótesis es que la cantidad de enfermos que habían surgido en otras partes del mundo podían vincularse a personas que viajaron a países afectados, se contagiaron y lo llevaron a casa, pero no se tiene claro quién está contagiando a la gente.
Luego de una alerta emitida por la Organización Mundial de Salud, la comunidad científica trabaja para definir lo más rápido posible lo que está ocurriendo, en tanto los médicos permanecen atentos a las lesiones que ven en los pacientes, “muchas de ellas son leves”, pero de igual manera lo recomendado es que sean aislados.
Los primeros casos detectados se vincularon a hombres que tienen sexo con hombres, sin embargo, se está viendo que esta transmisión se da igualmente en cualquier otra actividad humana y no necesariamente sexual. De acuerdo a los pocos datos que se tiene, los contagios se pueden dar compartiendo vasos o utensilios de la persona infectada, por contacto directo o intercambio de fluidos corporales.
Los profesionales de salud consideran “bastante improbable" que se pueda producir una pandemia a raíz de este nuevo virus, pero sí llama la atención y es una incógnita los casos que se dieron fuera de la zona endémica, puesto que no se registra mutación, según explicaron.
El profesor Brian Ferguson, del departamento de patología de la Universidad de Cambridge en Reino Unido explicó en una entrevista con la BBC, que es “muy difícil de transmitir de persona a persona, a diferencia de un virus respiratorio como el Sars-Cov2”.
La transmisión de la viruela del mono ocurre cuando la persona entra en contacto con el virus a través de un animal, humano o materiales contaminados, añadió. Para contagiarse de otro humano se requiere sobre todo contactos estrechos, intercambio de fluidos temporales y roces directos o indirectos con material lesivo infectado.
De momento, la viruela del mono parece estarse propagando sobre todo durante actividades sexuales, lo cual no implica que sea una enfermedad de transmisión sexual.
Los primeros análisis genéticos sugieren que los casos actuales están muy estrechamente relacionados con formas del virus observadas en 2018 y 2019 y aunque sea muy pronto para sacar conclusiones, hasta la fecha no hay evidencias de que se trate de una variante desconocida del patógeno.
Antecedentes
El 7 de mayo de 2022 se informó a la OMS de un caso confirmado de viruela símica en una persona que viajó del Reino Unido a Nigeria y luego regresó al Reino Unido. Días después, el 13 de mayo, se notificó a la OMS dos casos confirmados por laboratorio y un caso probable de viruela símica en el mismo hogar, en el Reino Unido.
El 15 de mayo, se informaron cuatro casos adicionales confirmados por laboratorio entre los asistentes a los Servicios de Salud Sexual que presentaban una enfermedad de erupción vesicular, muchos de los casos actuales corresponden a hombres que se identifican como homosexuales o bisexuales, un patrón inusual que no se ha visto en brotes anteriores de viruela del simio. Eso ha generado dudas sobre una nueva ruta de transmisión, pero el sexo obviamente implica un contacto cercano prolongado, que es la forma en que normalmente se propaga el virus. Como mostró COVID, las primeras narrativas sobre una enfermedad pueden endurecerse rápida y prematuramente en una tradición aceptada. Y si esas narrativas se convierten luego en estigma, lo que podría evitar que las personas con síntomas, que no correspondan a ese grupo de población, no sean identificadas.
Síntomas
Produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, aunque menos graves: fiebre superior a 38,5 grados; intenso dolor en la cabeza, articulaciones, musculares y en la espalda; inflamación de los ganglios linfáticos; y una característica erupción cutánea con ampollas que evolucionan hasta convertirse en pústulas que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, incluidos los genitales.
La erupción cambia y pasa por diferentes etapas, y puede parecerse a la varicela o la sífilis, antes de finalmente formar una costra, que luego se cae.
La viruela símica suele ser una enfermedad autolimitada con síntomas que duran de 14 a 21 días y los casos graves son muy raros. El período de incubación de la viruela del simio suele ser de 6 a 13 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días.