El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), realizará el mayor pedido de fondos de emergencia en su historia, para lograr ayudar a 23,4 millones de niños, niñas y adolescentes, por la crisis humanitaria por la que está pasando la región de Latinoamérica.
Esta cifra supera por el triple, a los números que se registraron en el 2019. Según los reportes del organismo internacional, esta es una consecuencia de la pandemia del COVID-19. En la nota realizada por el ente internacional advierte que en América Latina y el Caribe, que nunca habían visto cifras tan altas para asistencia humanitaria.
Este aumento se debe en gran medida a los devastadores impactos de la pandemia de COVID-19, los crecientes flujos migratorios y un aumento de los desastres naturales extremos exacerbados por el cambio climático, como huracanes y sequías. Unicef indicó que el impacto económico de la pandemia ha empujado a millones de familias y sus hijos a la pobreza.
El director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough, manifestó lo sieguiente, “La región es hoy más desigual y más peligrosa para los niños y niñas que hace un año. Nunca antes se había visto a tantos niños y niñas afectados simultáneamente por múltiples emergencias en tantos países”.
El comunicado también resaltó que Unicef atiende actualmente a más de 646.000 personas de las zonas más afectadas de Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua por los ciclones Eta e Iota. De la misma forma, se estima que aproximadamente 4,3 millones de niños de Venezuela, en los países de acogida y otros 6,8 millones de niños migrantes en México y Centroamérica, estarán en la misma situación por la que ahora están trabajando.
Unicef tiene como objetivo dar apoyo y servicios esenciales a 300 millones de personas en todo el mundo, según los reportes presentados en su informe de Acción Humanitaria para la Infancia. Como parte de su respuesta a la crisis pandémica, Unicef está coordinando con las principales líneas aéreas y proveedores de transporte para intensificar los esfuerzos de distribución de vacunas, en más de 92 países en cuanto estén disponibles.
Asimismo, tiene previsto dar tratamientos contra la desnutrición aguda grave, vacunas contra el sarampión o facilitar el acceso a agua potable, entre otras cosas.