Estos refugios estaban ubicados en una franja geográfica comprendida por localidades como Capitán Bado, colonia María Auxiliadora, Pedro Juan Caballero y otras de mayor acercamiento con ciudades brasileñas. En dichos lugares fueron confiscados un total de 47 mil 730 kilos de cannabis listo.
A los hallazgos se le sumaron la eliminación de al menos 260 hectáreas de plantaciones de la droga, con una equivalencia a sacar de circulación de alrededor de 780 toneladas del producto sin procesar.
Tanto la Policía Federal del Brasil, como la SENAD manejan informaciones sobre la incesante conexión entre las actividades ilegales de cultivo, procesamiento y transporte de la hierba por parte de células brasileñas de organizaciones criminales que con esta operación recibieron golpe financiero de alrededor de 24,8 millones de dólares americanos.
La Operación Nueva Alianza XXVI consistió en otra cooperación de 10 días entre las Fuerzas Paraguayas de la SENAD, la FTC y el Ministerio Público, con el soporte aéreo mediante helicópteros de la Policía Federal del Brasil y la Fuerza Aérea Paraguaya. Las aeronaves ofrecieron mayor capacidad de inspección de terrenos en zonas correspondientes a Capitán Bado y colonias lindantes en Amambay. La destrucción de cultivos ilícitos alcanzó a más 800 toneladas de la hierba.