Tras las pesquisas se consolidaron indicios de que el punto de comercialización estaba vinculado al Clan Rotela y bajo la supervisión de la fiscal Egidia Gómez, ingresaron a la vivienda ubicada en Lambaré e inmediatamente dieron con el hallazgo de unas 118 dosis de la droga.
El principal objetivo, identificado como Francisco Gabriel Ibarra, se encontraba fuera del recinto en el momento de la irrupción, no obstante, ya se ha librado orden de captura sobre el mismo. En el lugar también fueron hallados todos los elementos utilizados para envolver cada unidad de droga.
Según informaciones manejadas, las amenazas a vecinos eran una constante, con lo cual, el amedrentamiento se constituyó en un mecanismo de protección del lugar funcional a otros hechos delictivos.