Ante la situación de incumplimiento de los protocolos sanitarios, por parte de los peregrinantes y fieles que llegan hasta el santuario de la Virgen de Caacupé, la cartera sanitaria hará un reajuste en las normativas para los días festivos de mayor concurrencia, 7 y 8 de diciembre.
"El uso de mascarillas no fue tan efectivo como las ocasiones pasadas, y se va viendo para hacer los ajustes. Se tendrá en cuenta esa situación”, dijo Sandra Irala, directora general de Vigilancia de la Salud.
Se prevé un mayor control, se verificará el aforo en la villa serrana y se insistirá con el cumplimiento de las medidas sanitarias, como el uso de mascarilla en el santuario y en los espacios públicos, así como en las zonas de aglomeración de personas, el uso de alcohol al 70%, mantener el mismo núcleo familiar y de amigos, y no compartir mate ni tereré.
‘‘El virus Covid-19 se queda con nosotros, parece que ya consiguió ciudadanía. Ciertamente, nos cuesta convivir con él. Hasta algunos no quieren aceptar todavía su presencia y las medidas requeridas para protegerse y proteger al prójimo’’, lamentó el Monseñor Lucio Alfert.
La Policía Nacional estará acompañando los operativos y ya adviertieron que queda prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. Las personas que infrinjan esta medida serán aprehendidas y derivadas hasta la comisaría.
Por su parte, el El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social prevé para estos días, la instalación de 69 puestos sanitarios a lo largo de la ruta utilizada por los peregrinos, incluida la zona de la Basílica. Se insiste nuevamente con evitar llevar a niñas y niños a la peregrinación de Caacupé para no exponerlos, en estos primeros días se vio a una gran cantidad de menores.
En la explanada se colocaron 3.400 puntos blancos pintados alrededor, para que los peregrinos se mantengan en burbujas de hasta cinco personas por grupo familiar o de amigos.