Los antecedentes de este lamentable hecho, señalan que el ahora condenado abusaba sexualmente de su hija biológica desde que la niña tenía 11 años de edad y luego de una denuncia, la víctima fue sometida a pericias psicológicas que confirmaron daño y estrés postraumático, debido a la situación vivida por parte de su propio padre.
Según informaron desde el Ministerio Público, también fueron llevados a cabo, en carácter de Anticipo Jurisdiccional de Prueba, las pericias físicas que constataron el himen desflorado además de la pericia socio ambiental. En este sentido, el acusado también fue sometido a pericias psicológicas que confirmaron que tenía dificultades en el área sexual, así como agresividad e impulsividad, de acuerdo a los informes.