Sandra Irala, directora general de Vigilancia de la Salud, en el reporte semanal sobre la situación epidemiológica del país, informó un decrecimiento del 20% y 22% en Asunción y Central, por contagios de la nueva variante.
De acuerdo a los datos acumulados, hasta la quinta semana de este año (05/02) hubo una disminución del 8,7% en los casos confirmados en comparación a la semana anterior, aunque hizo hincapié en que la letalidad tuvo un aumento del 16,6%, teniendo en cuenta que en la S4 (semana 4) se registró 278 fallecidos, mientras en la S5 (semana 5) las pérdidas subieron a 327.
Paraguay alcanzó su mayor tasa de letalidad en junio del año pasado, con 5,93% de pérdidas humanas, cuando predominaba la variante Gamma, mientras que, en este momento, se encuentra en torno al 0,59% con la presencia de Ómicron y una importante cantidad de inmunizados.
Sigue siendo de alta preocupación para el Ministerio de Salud el alto porcentaje de personas que pierden la vida. “Los casos más preocupantes se encuentran en torno a los adultos mayores de 80 años para arriba”, dijo. “La vacunación tiene una influencia directa en la tasa de contagiosidad y letalidad, tanto en el país como en la región, ya que Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, que tienen los mejores porcentajes de inmunización, también disponen de los números más bajos en letalidad”, continuó diciendo.
Con relación a los porcentajes de contagiosidad, la profesional precisó que, en Asunción y Central, hay un decrecimiento del 20% y 22% respectivamente, mientras que, en Caaguazú, subió 18%, y en Caazapá 11%. Otro punto del país donde los casos positivos se elevaron preocupantemente es en Amambay, el cual registró 79% de aumento, así como Boquerón con 75%. Itapúa trepó 17% y Canindeyú 20%.
En los últimos 14 días se registraron casos confirmados en 255 distritos del país, lo que corresponde al 99% del total.
El 89% se encuentra en niveles 3 y 4, que significa alta transmisibilidad. En total, hay 605.005 casos confirmados acumulados, con 17.558 (TL=2,9%) de fallecidos. En tanto que la ocupación de camas se mantiene en una meseta, según explico la doctora, ya que se registró una leve disminución, tanto en salas comunes como en UTI.