Cada 8 de diciembre, en Paraguay se realiza la mayor festividad mariana más importante del país, solo que este año por la crisis pandémica del COVID-19, la idea de una peregrinación por el cumplimiento de promesas, pone en peligro a miles de personas, ya que las mismas podrían adquirir la enfermedad pandémica que ya se ha cobrado más de 1.000 vidas.
Desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), refirieron que estarán trabajando con las autoridades eclesiales de la capital de la fe católica, para prever todos los recaudos sanitarios que se deben tener en cuenta para intentar disipar la proliferación del virus.
Por otra parte, el ministro Julio Mazzoleni, refirió que desde el ente estatal creen que es conveniente “vivir la experiencia mariana desde nuestras casas”, ya que por más que nos encontremos “bien” en cuento a la situación pandémica, lastimosamente la fiesta de la fe del pueblo paraguayo, siempre trae desgracias consigo, fallecidos por arrollamientos, personas que mueren por no soportar el calor, así como la derivación hospitalaria de ciudadanos que sufren de hipertensión, por lo que la vigencia de la pandemia hace que muchos peligros más se sumen al encuentro nacional de los peregrinantes.
La cartera sanitaria “llama a la conciencia ciudadana” pero sugieren que la fe del paraguayo trascienda de una forma mucho más espiritual y se logre llegar a una vivencia mucho más cercana en compañía de nuestros familiares.