El miedo se hizo realidad: Colegio a cuarentena por caso COVID
Como en una película llena de premoniciones y de advertencias a los protagonistas de la misma, el temor de los docentes se hizo realidad tras un posible caso de COVID-19, que llevó a estudiantes, maestros y a las familias de los mismos a un aislamiento preventivo a cusa de la proliferación de la enfermedad pandémica.
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No se puede culpar a nadie por contraer la enfermedad o por lastimosamente proliferarla sin intención, pero desde el Sindicato Nacional de Directores, que se encuentra dirigido por el profesor Miguel Marecos, ya advirtió con mucha antelación la probabilidad que esto suceda, es más, sostuvieron una postura implacable ante el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), para que la vuelta a clases se dé solo bajo estrictas condiciones, pero aun así, el ente estatal se hizo de oídos sordos, no respondió a los pedidos de los maestros y ahora se vive una situación que pudo ser evitable.
En este sentido, Marecos mencionó que dicha situación se dio en el Colegio Nacional Defensores del Chaco, de Isla Pucú, departamento de Cordillera, indicando que la alumna en cuestión fue solo por dos días a la institución y que posteriormente su madre tuvo que avisar que la menor se encentraba con los síntomas de la enfermedad pandémica, y que la hermana de la misma ya había dado positivo al hisopado que se realizó.
Esta situación no solo pone en “jaque” a los familiares de la alumna, sino que a los compañeros, profesores, vecinos y allegados de todos los círculos a los que pudo llegar a afectar el descuido de las autoridades estatales, al permitir que se dé este tipo de situaciones sin las condiciones necesarias.
Es importante resaltar que la joven no es la responsable de la situación, sino que ella es una víctima más de las ínfimas garantías que ofrecen desde el gobierno a la ciudadanía. Marecos reiteró para varios medios de comunicación que las instituciones educativas no están en condiciones para recibir a los estudiantes, ya que las mismas no cuentan con los recursos necesarios para garantizar su seguridad y tampoco se encuentran amparadas por los ministerios que deben de velar por la integridad de la comunidad escolar.