Durante el procedimiento realizado en la localidad de Karapa’i, Departamento de Amambay, los antidrogas siguieron una conexión eléctrica que parecía perderse en el monte y rápidamente notaron que existía una verdadera red de 4 campamentos narcos equipados con energía eléctrica, congeladores, heladeras industriales, tanques de agua potable, mezcladoras para construcción, prensas de madera y otros elementos que eran aplicados al procesamiento de toneladas de marihuana. Como resultado, obtenían marihuana prensada tradicional, pero la principal apuesta era la Marihuana Marroquí o hachís, producto que requiere de mayor cuidado productivo, como la refrigeración permanente, pero cuya cotización puede alcanzar los 1500 dólares por kilo en el Brasil.
En total se incautaron de 2400 kilos de Marihuana Picada, 119 kilos de Marihuana Prensada, 3 Kilos 600 gramos de Hachís y 25 kilos de semillas. La mayor parte de las evidencias fue destruida en el lugar, trasladando una parte para su resguardo por disposición fiscal. Así también, fue descubierta y destruida 1 Hectárea de cultivo de cannabis, en etapa de crecimiento, se incautó además de 1 automóvil de la marca Volkswagen.
No es la primera vez que la SENAD detecta este tipo de complejos en la misma zona del país. El fenómeno de aparición de dichas estructuras sería debido al aumento de demanda de nuevas variedades de marihuana en el mercado brasileño. La droga congelada o hachís marroquí es más costosa que la marihuana tradicional y se obtiene a partir de la resina del cannabis.
Dos personas resultaron detenidas, identificadas como Marciano Silva Mallorquín, paraguayo, de 43 años y Rodrigo Aquino Amarilla, paraguayo, de 30 años. El daño patrimonial ocasionado a esta estructura criminal, considerando la droga sacada de circulación y la logística anulada, supera los 250 Mil Dólares Americanos, la comitiva fue acompañada por el fiscal Jorge Encina.