La increíble historia de una víctima de trata
No hay historia que duela más, que aquella que contada por las propias víctimas. Una mujer de 40 años, de nacionalidad paraguaya, cuenta ante las cámaras argentinas el doloroso proceso que tuvo que pasar para terminar como una víctima más de trata de personas en el vecino país.
Según el testimonio de la misma víctima, luego de que su madre encomendara su bienestar a los abuelos de la entonces menor, que residían en la ciudad de Fernando de la Mora, la pequeña fue víctima de sistemáticos abusos sexuales por parte de la persona que se encargaba de cuidarla. Tras contar a sus padres obre su pesar, volvió a su querida San Juan Bautista y luego de cumplir los 15 años decidió emprender en la capital del país.
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Durante su estadía en la capital, quedó embarazada de su hijo mayor, cuando este cumplió 11 meses de vida, volvió a Asunción para lograr ofrecerle una mejor suerte a su hijo, fue entonces cuando conoció a una joven que se hizo amiga suya. Juntas fueron hasta una agencia de empleos en donde ofrecían vacancias de trabajo en Argentina, un sueño hecho realidad para la adolescente, pero que terminaría de una manera espeluznante.
Las jóvenes fueron timadas y las pusieron a trabajar en un prostíbulo de Buenos Aires, en donde inclusive la obligaron a realizar un documento que indicaba que estaba en el país ejerciendo la “profesión de prostituta”. Toda la humillación y las penas que pasó eran acompañadas por el desconsuelo de estar lejos de casa, sin compañía de nadie, la llevaron a experimentar una situación crítica de depresión.
A los cuatro meses de su confinamiento, uno de los “clientes habituales”, sintió mucho más que empatía por ella, y la ayudó a salir de ese mundo en donde terminó obligada por el desconocimiento que tenía. El hombre tuvo que pagar una suma alta de dinero para lograr sacarla de ese lugar, pero afortunadamente lo logró y ambos construyeron una familia juntos.
No todos los casos de trata de personas terminan como este, la realidad puede ser mucho más cruda, dolorosa y en algunos casos destructiva. Celebramos la victoria de esta mujer, que, a pesar de las adversidades, logró lo que quería, darle un mejor estilo de vida a su hijo y tener una familia con alguien que la amara.
Aquí te dejamos el testimonio de la mujer.