No es una novedad que la Salud Pública de Paraguay, deja mucho que desear, la precariedad que se vivencian en todos los puntos del país es increíble, ya que hay puestos sanitarios que ni siquiera cubren las necesidades mínimas de los ciudadanos y es importante contemplar que solo hablamos de gasas, agua oxigenada y jeringas.
La pandemia del COVID-19, solo dejó al descubierto toda esta situación, increpando a las autoridades con una realidad que se tuvo que haber solucionado desde hace mucho tiempo, por lo que el mismo ministro de Salud, Julio Mazzoleni destacó que urge una reforma sanitaria en nuestro país.
Estos componentes corresponden a los centros de salud dependientes del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), al Instituto de Previsión Social (IPS), así como sus distintas periferias, al Hospital de Clínicas y los hospitales de las fuerzas de seguridad (Hospital de Policía “Rigoberto Caballero” y Hospital Militar). Dentro de este listado presentado por el representante estatal, no aparece el Hospital del Trauma, que también tiene deficiencias muy pronunciadas y que desde hace tiempo reclama por el cumplimiento del Presupuesto General de la Nación 2020, que estaba destinado para el nosocomio.
El COVID-19 llevó al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a que promulgue un decreto que autoriza al ente sanitario a la toma de decisiones de alcance nacional para el todo sistema público, por lo que las necesidades que presentan varios centros asistenciales fueron aplacadas, pero no solucionadas por completo.
Mazzoleni indicó que su visión a mediano plazo es de un sistema público que permita las consultas sin distinguir a qué subsistema pertenece el paciente, es decir, sin distinción del uso de un seguro privado o no, pero indicó que solamente a la hora de entregarle los medicamentos se diferencia la farmacia de alguna institución o de la otra, ya que la salud debe ser contemplada para todos, sin distinción de posición económica.
En este punto, el acceso a un espacio sanitario de calidad se vuelve inexistente en varios puntos del interior del país, es por eso que el MSPyBS debe pensar en primer lugar y trabajar en conjunto con otros entes estatales para que el acceso a la salud sea real, certero y de calidad.
El ministro de salud refirió que el actual esquema se debería mantener durante todo el año 2021, al menos, teniendo en cuenta las expectativas de tratamiento y de una posible vacuna contra el virus respiratorio. Igualmente, recordó que el país “sin ninguna duda va a estar expuesto a una segunda ola”, como ocurre actualmente en países de Europa.
El esquema actual solo contempla la problemática sanitaria pandémica y no así las demás circunstancias médicas que predominan en todo el país, por lo que esa es aún una deuda pendiente con la sociedad. En este sentido, la falta de medicamentos, equipamientos e instalaciones en buenas condiciones, tienen que tener una solución inmediata, ya que la salud de la ciudadanía no se puede hacer esperar.