Con la colaboración de un helicóptero de la Fuerza Aérea y a través de rastrillajes en tierra, la comitiva detectó unos 14 campamentos, varios de estos conectados a 38 hectáreas de cannabis, que se encontraban tomando altura.
Los intervinientes establecidos en la zona invertirán más días para que la Operación Capitán Bado trascienda más allá de los resultados obtenidos en la destrucción, sino también monitorear regiones siempre vinculadas al crimen organizado de frontera.
De esta forma los mecanismos de financiamiento del narcotráfico se ven afectados en su primera jornada con al menos un total de 117 mil kilos de la droga, sacada de circulación que se adhiere a un perjuicio económico de al menos 3,5 millones de dólares.