Paraguay y su desafío: Sin herramientas ante las variantes del Covid-19
En su informe semanal acerca de la situación de la pandemia, la OMS ha confirmado la detección de las variantes británica y sudafricana en 50 y 20 países, respectivamente. El organismo mundial también explicó que las muestras encontradas en diferentes naciones no es motivo de sorpresa, ya que los virus cambian constantemente por la mutación; de igual forma, en el documento publicado se aclaró que las variantes halladas en Brasil y Japón serán puestas a investigación, por su posible impacto en las respuestas inmunitarias.
La OMS calificó a las recientes mutaciones como “preocupantes” e hizo hincapié en la necesidad de aumentar la capacidad de diagnóstico y la secuenciación sistemática del SARS-CoV-2, así como fomentar el intercambio de datos de secuencia a nivel internacional. Sin embargo, enfocándonos en las herramientas disponibles en nuestro país, la doctora Viviana De Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles declaró que el Ministerio de Salud no cuenta con los mecanismos para detectar las nuevas variantes del COVID-19.
De acuerdo a las declaraciones de la doctora De Egea, para detectar la nueva variante se requiere el registro de la secuenciación del genoma del virus y desde el sector de la salud no poseen los materiales necesarios para dicho trabajo. “En todos los países donde se buscó, se encontró, por ello no sería raro hallar la variante inglesa en nuestro país u otras mutaciones diferentes”, expresó la profesional en la 1080 AM. Asimismo, la especialista aclaró que la particularidad de la variante inglesa es su mayor transmisibilidad; con respecto a las demás mutaciones, aún no se registran características específicas.
Por otro lado, refiriéndose a la situación global con el coronavirus, la OMS constató que después de dos semanas de informes con cifras relativamente bajas, la tendencia general al alza observada en diciembre se ha reanudado, con poco menos de 5 millones de nuevos casos reportados la semana pasada en todo el mundo. El número de nuevos decesos (más de 85.000) ha crecido en un 11% en este mismo período.