El Ministerio Público, encabezado por la fiscal Abogada Egidia Gómez, activó junto con los Agentes de la SENAD el ingreso al lugar previamente identificado. En la vivienda la ubicaron a Liliana Rojas y en cuyo poder se encontró unas 44 dosis de crack listas para la venta.
También fueron colectadas otras evidencias de relevancia para la carpeta investigativa, como teléfonos celulares y los elementos destinados a la dosificación de droga.
Una información manejada radica en que la zona se encuentra bajo influencia del Clan Rotela, por lo que se presume que la boca de expendio anulada corresponde a una pieza importante en la red de narcomenudeo del grupo delictivo.