En la Cámara de Diputados se presentó un proyecto de ley que pretende aumentar la pena máxima de 30 años por abuso sexual de menores y secuestro. El proyectista Hugo Ramírez considera preocupante los índices, alegando que las secuelas psicológicas prácticamente son imborrables en las personas.
“Está demostrado, por informes publicados por el Ministerio Público, que, si bien el abuso sexual de niños se encuentra reglamentado en el Código Penal, esto ha ido en aumento a lo largo de los años, lo cual nos lleva a pensar que el poder coercitivo de la ley resulta insuficiente en lo que hace a la relación crimen – castigo”, consideró el diputado colorado.
“El daño emocional y psicológico, a largo plazo, debido al abuso sexual puede ser devastador para el niño, acarreando una serie de problemas”, manifestó. Respecto a los casos de secuestro, refirió que corresponden penas sumamente duras. Su proyecto incluye la creación de un registro de agresores sexuales y otro de secuestradores extorsivos, con fines identificatorios y estadísticos.