La diputada liberal Celeste Amarilla volvió más recargada que nunca, luego de que la hayan suspendido por 60 días en la Cámara Baja por sus declaraciones de que muchos parlamentarios consiguieron bancas gracias al dinero sucio, en algunos casos del narcotráfico, aunque no dio nombres. No solo se ratificó sino que descargó su artillería pesada con toda clase de "dedicatorias" para los políticos.
"Los diputados y senadores desde hace 20 años han empezado a llenar primero el Parlamento y luego las demás instituciones con operadores políticos, parientes, amigos, esposas y amantes. Dependiendo de la importancia, algunos ni siquiera trabajan, solo cobran sueldo", disparó. "No le importa a nadie disminuir el gasto fijo, no quieren achicar el Estado porque cada cargo que reparten equivale a un puñado de votos, que los traerá de nuevo acá", sentenció.
Indicó que luego que Horacio Cartes le haya salvado del juicio político a Mario Abdo por el intento de entrega de Itaipú, quedó como su rehén. "Gobierna de manera paralela desde su casa y está copando todas las instituciones públicas", dijo sobre el empresario. Señaló que se propician ocupaciones campesinas a cambio de votos, y que el Indert es una cueva de ladrones. Además, cuestionó a empresas farmacéuticas proveedoras del Estado, y cree que la fiscal general Sandra Quiñónez debe irse por inepta.