Tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados se volvió una práctica común que los parlamentarios falten al respeto a sus colegas mujeres, interrumpiendo durante las intervenciones, o despotricando contra sus opiniones. Ayer, durante la sesión, se escucharon varios descalificativos e improperios de senadores contra senadoras, que delatan el empobrecido nivel de debate.
El primer incidente se dio cuando en medio de su exposición, Sixto Pereira, del Frente Guasu, hizo referencia a Patria Querida, y trató de intervenir Georgia Arrúa de dicho sector. “Ekiriri”, fue la orden del luguista para hacer callar a su colega. “Que se cumpla el reglamento. Se falta al respeto y no llama la atención”, fue el reclamo de Arrúa al titular del Congreso, Oscar Salomón.
Esperanza Martínez, del Frente Guasu, parecía estar al borde del llanto, cuando dijo estar dolida con relación a los pactos en el Senado para alianzas con los colorados. Eso le valió la furibunda crítica del senador de la ANR Juan Carlos Galaverna, quien le trató de “actriz de teatro” pero de una “comedia”.
Posteriormente, en medio de su intervención Desirée Masi, del Partido Democrático Progresista, se refirió a Patria Querida como un partido “satélite” de los colorados. La reacción de Fidel Zavala fue referirse a ella como “gataflora”, descalificativo que no se animó a volver a repetir, cuando fue embretado por la legisladora.