Al final, el director de Aduanas Julio Fernández se salvó de la interpelación en la Cámara de Diputados, ya que ni siquiera hubo cuórum para la sesión extraordinaria en la que fue convocado. La Cámara Baja había argumentado que pretendían escuchar la versión del mismo con relación a la denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra el senador colorado Martín Arévalo, por supuesto tráfico de influencia.
Solo 37 de los 80 diputados se conectaron en forma virtual, cuando como mínimo se precisa de la presencia de 41 para que se pueda llevar adelante una sesión. El mensaje que se transmite es que al final esta cuestión va camino al oparei, y que los colorados, sobre todo, no están interesados en aclarar este polémico tema, tras las elecciones municipales.
Arévalo había acusado a Fernández del robo de mercaderías por un valor de USD 3 millones. Además, alegó que le solicitó que haga excepciones para los funcionarios de Aduanas dentro de la Ley de Emergencia Sanitaria, que se había aprobado a inicios del año pasado, en cuanto a beneficios salariales.