En medio de fuertes críticas, y tras discursos en contra de la violencia contra la mujer, los senadores rechazaron uno de los tres pedidos para ascenso policial. El que quedó sin el acuerdo fue el comisario Fabio Cantero, quien tenía como antecedentes tres procesos por casos de violencia intrafamiliar.
Los otros dos uniformados, Mariano Sosa y Francisco Encina, sí tuvieron los votos para ascender al grado de comisario principal. Sobre Sosa pesa un hecho sobre homicidio culposo; y Encina, cohecho pasivo y extorsión. Los senadores que estaban a favor del ascenso, alegaron que en todos los casos fueron sobreseídos, y que no correspondía truncar la carrera policial.
Sin embargo, la senadora progresista Desirée Masi embretó a sus colegas. “Nosotros, o yo, por lo menos, no vamos a votar esto”, sentenció. “Ninguno de estos merece el premio”, consideró. Aseguró que en la Junta de Calificaciones “se paga y se blanquea”, con relación a los legajos de los uniformados.
“No les desmotivo a los buenos policías. Se les desmotiva premiando a los que no se le pone bajo la lupa. La rosca es minoritaria, pero es la que va ascendiendo, y va ocupando espacios. Los patrimonios no tienen ninguna justificación. ¿Heredaron, ganaron la quiniela? No sé que pasó, pero no coincide”, cuestionó la legisladora.
“¿Cómo vamos a limpiar, cuando las personas que ascendemos están con legajo sucio? El Senado debe ser el colador, el cedazo, para que no le sea fácil ascender a cada policía”, agregó la senadora liberal Zulma Gómez.
Tras la votación nominal que se hizo por separado para cada comisario, finalmente el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Martín Arévalo, pidió la postergación de un pedido de ascenso que incluye a 20 uniformados, que fue remitido por el Ejecutivo, y figuraba en el orden del día de la sesión ordinaria.