El pasado jueves, la agencia especial transmitió la llegada del róver Perseverance a la superficie marciana. Había despegado de la tierra el 30 de julio del año pasado, hizo un largo viaje y logró llegar a destino. Las primeras fotografías no se hicieron esperar.
El volumen de datos que generará Perseverance es mucho más de lo que generaban el róver Curiosity y el módulo de aterrizaje InSight juntos, por eso la importancia de esta misión de exploración para la NASA. Las comunicaciones de Perseverance con la Tierra son posibles mediante la Red de Retransmisión de Marte compuesta por cinco orbitadores, y su Red de Espacio Profundo con centros en California, Australia y Madrid.
El Perseverance buscará evidencias de vida pasada en Marte y recogerá muestras de rocas que serán regresadas a la Tierra en una futura misión. Además de probar tecnologías pioneras para una futura presencia humana en el planeta rojo. Es la misión más grande y ambiciosa de la NASA en cuanto a la búsqueda de vida en el planeta mencionado desde la década de 1970.
Un total de 19 cámaras conforman el cuerpo del robot y otras cuatro instaladas en la nave para captar la entrada a la atmósfera, el descenso y el aterrizaje. Además se compone de dos micrófonos, que permitirán por primera vez captar sonidos en Marte. Un micrófono grabará sonidos durante el descenso y otro lo hará en la superficie.
Estiman que el Perseverance realice su exploración del suelo y la atmósfera del planeta rojo durante un año marciano, que equivale a cerca de 687 días terrestres. Las fotografías muestran el horizonte marciano en alta resolución y a color.